El estilo tiene que ver con el comportamiento, con la forma de pensar de la persona. Es lo que te hace única, poco tiene que ver con la moda, ya que esta se establecerse de un conjunto de tendencias pasajeras que se repiten en un grupo de personas. La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo hacia el medio ambiente, debido a toda la energía que se utiliza en la fabricación de millones de prendas anualmente. El consumismo masivo de las redes sociales y el marketing también influye en nuestras decisiones de compra para estar al día con lo que se lleva, es muy fácil caer en la trampa. Mucha gente tiende a pensar que algo está mal con su cuerpo, porque no encuentra su talla, se compara con modelos muy delgadas, o tiene que salir corriendo a comprar ropa ya que no encuentra que ponerse en su armario.
Actualmente hay muchas herramientas que nos enseñan a conocer cuáles colores son los que más nos favorecen, saber qué prendas se ajustan a nuestro cuerpo y no que el cuerpo se adapte a la prenda. aprender a conocer y amar la silueta que tenemos, sacándole su máximo potencial. Efesios 4:24 hace alusión a la mejor vestimenta que puede llevar una persona, «Y vestíos del nuevo hombre , creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad».
Podemos vestirnos de manera estratégica y sostenible, atendiendo principalmente nuestra belleza interna del vacío que este mundo pretende llenar con sustitutos de Dios que en ocasiones atentan contra nuestra salud mental y autoestima. El verdadero empoderamiento femenino toma la responsabilidad de ayudar, educar, fomentar valores y principios que suman a la mujer, que le aportan a su vida y a la de tus seres queridos. Otras mujeres virtuosas me han apoyado con sus oraciones y su tiempo. Ahora tengo un propósito y vivo en el diseño de Dios. Soy movida a dar de gracia lo que por gracia he recibido.